Argumento: La última película del maestro iraní, presentada en Cannes 2017, que dice: “Siempre me pregunto en qué medida los artistas tratan de representar la realidad de una escena. Los pintores y los fotógrafos solo capturan una imagen, pero nada de lo que sucede antes o después”. 24 cuadros, fotografías o vídeos, y, para cada uno de ellos, el desarrollo de esa posible realidad que los completa. Testamento poético de uno de los mayores cineastas de las décadas recientes. (FILMAFFINITY)
Comentario: La pintura y el cine se combinan en este largo metraje donde el tiempo se extiende, la paciencia premia, la observación atenta estimula, la reflexión aparece y la concentración se sugiere. Cada escena tiene la misma duración, y no distan mucho la una de la otra en cuanto a su provocación o naturaleza. La consideración puede resultar muy personal al momento de comentar este documental meditativo, tanto así que su completa visualización es un reto para el espectador. Simpleza y complejidad en el mismo lugar, con el sello del iraní. Una inestimable obra artística de uno de los directores más ambiguos del último tiempo.
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