Argumento: Es primavera y toda la familia está alborotada por el inminente compromiso de la querida hija mayor, Marcella, quien, por su parte, sólo espera casarse rápidamente con un simpático chico de clase media, Giulio, y librarse por fin de esa incómoda familia. (FILMAFFINITY)
Comentario: El cine puede entretener y, al mismo tiempo, ser un acto de resistencia. C’è ancora domani lo entiende bien. Bajo la reconstrucción de un momento histórico, expone sin concesiones el papel que la sociedad impuso a la mujer: callar, aguantar, obedecer. Pero en esa aparente sumisión se gesta algo más grande. La represión no solo oprime, también alimenta la posibilidad de cambio.
El uso del blanco y negro y la reconstrucción minuciosa de la época remiten al neorrealismo italiano, pero la película no se aferra a la nostalgia. Más que un homenaje, estos elementos funcionan como un espejo del presente, recordando que ciertas sombras del pasado siguen proyectándose sobre hoy. Su estética no embellece, enfatiza; no endulza, subraya la crudeza de una historia que aún resuena.
La violencia en la película no es solo un acto físico, sino una coreografía cotidiana que se despliega en el hogar. La directora la transforma en una danza macabra, donde los golpes y las humillaciones se convierten en una performance inquietante. Esta teatralidad, lejos de suavizar la crudeza, la amplifica, mostrando cómo la brutalidad se infiltra en la rutina, donde la sumisión convive con la estrategia, y el miedo con la certeza de que algo debe cambiar.