Heldin (2025) 🇨🇭


Argumento: Floria es una enfermera que trabaja con gran dedicación y profesionalidad en el ala quirúrgica de un hospital suizo. Nunca comete un error, siempre escucha a sus pacientes incluso en las situaciones más estresantes y siempre está disponible de inmediato en caso de emergencia. Pero en la dura, y muchas veces impredecible, realidad diaria del hospital, las cosas pueden ser diferentes. (FILMAFFINITY)

ComentarioLa película abre con un plano de una prenda de hospital, luego otra, y otra más: piezas que, al acumularse, revelan el verdadero rostro del sistema. Lo que parece una calma rutinaria es en realidad una tensión contenida, una suma incesante de tareas y responsabilidades que nunca se detiene. Esa repetición, aparentemente banal, marca el pulso de la narración: más que un escenario médico, es una maquinaria que se alimenta del tiempo y del esfuerzo humano.

En medio de esa maquinaria que nunca descansa, lo que sostiene la película son los gestos de la enfermera: una mirada que se detiene, una voz que calma, una escucha paciente. Los encuentros con los pacientes no duran mucho, pero alcanzan para dejar huella. Son momentos breves, casi fugaces, que contrastan con la prisa impuesta desde arriba. A pesar de algunos errores, su empatía supera los impases y deja entrever su integridad. Allí aparece la diferencia entre la lógica del negocio y la vocación: mientras el sistema corre, ella resiste con cuidado, recordando que la salud no se mide en cifras, sino en humanidad compartida. 

No hay alivio grandilocuente, pero sí algo que arde adentro: la certeza de que cuidar, vivir en el límite y no bajar los brazos pueden ser finos actos de heroísmo cotidiano —una resistencia distinta, hecha de actos invisibles pero imposibles de ignorar.