Memorias De Un Cuerpo Que Arde (2024) 🇨🇷


Argumento: Al crecer en una época represiva en la que la sexualidad era un tema tabú, Ana, de 68 años, Patricia, de 69, y Mayela, de 71, desarrollaron su concepción de lo que significa ser mujer basándose en normas tácitas y expectativas implícitas. Ahora se atreven a hablar de ello abiertamente. Los recuerdos, secretos y anhelos de las tres se entrelazan de forma poética: mientras las mujeres cuentan sus historias fuera de la pantalla, llenan el cuerpo de otra mujer de su generación que encarna sus vidas. (FILMAFFINITY)

ComentarioLos recuerdos, secretos y deseos de Ana, Patricia y Mayela laten dentro de una sola mujer. Hay en esta propuesta una valentía que no grita, pero permanece; una unión que no necesita uniformidad para sentirse sólida. La realidad domina el relato, aunque la ficción sea el vehículo más certero para conducirla. Es una cinta sutil, delicada y potente, capaz de reconfigurar poéticamente el pasado y elevar lo íntimo hasta convertirlo en una historia que se comparte, que deja de pertenecer solo a quien la vivió.

El film no es eficaz por sus aristas dramáticas, sino porque entiende que el cuerpo viejo, con sus arrugas, cicatrices y grietas, tiene algo que contar aún: está intacto, dispuesto a vivir. Lo más conmovedor no es escucharlas hablar de amor, de deseo o de soledad, sino sentir cómo sus voces, al unirse, atraviesan el tiempo y reverberan en el presente. No son confesiones aisladas, sino un eco compartido que reescribe su propia historia y demuestra que la vida, incluso en su crepúsculo, todavía puede encenderse.

Y aunque al principio cuesta adaptarse a esa decisión narrativa de no mostrar a las protagonistas, poco a poco la película encuentra su unidad: como palos que se acomodan hasta formar una hoguera, las voces se encienden y llenan de calor el cuerpo del espectador. Lo que parecía distancia se convierte en cercanía, y ese fuego final deja una sensación perdurable, un ejercicio de memoria que se niega a apagarse.